sábado, 24 de marzo de 2018

Universidad Rey Juan Carlos, no gracias. Boicot

En la Rey Juan Carlos deben producirse dimisiones y aclaraciones.
El nombre sería lo primero que habría que cambiar.
Desde luego boicot.
Los alumnos de otras COSAS mejor ir a otros sitios...

lunes, 19 de marzo de 2018

RAÍCES, NI AFDI NI WAFDI. AHORA RAÍCES, OTRA CHAPUZA.

La nueva herramienta de gestión se llama Raíces. Viene a sustituir al WAFDI y al anterior AFDI.

Creo que va a ser más patatero todavía. Con la entrada de datos y el vuelco de datos...... lo mejor: los padres nos pueden enviar correos electrónicos. Genial.

Más alumnos, más horas, y más tarea administrativa.

viernes, 16 de marzo de 2018

PREPOTENCIA , INCOMPETENCIA EN EL MISMO IES ¿QUIÉN DA MÁS?

Los institutos de Madrid están plagados de incompetentes.

Partimos que el nombramiento a dedo de los Directores/Directoras no es la mejor manera de asegurar que el funcionario elegido sea el mejor para ese puesto. Incuestionablemente es el mejor Director/a para la administración y es con ellos con quienes consiguen que  aplicación de esas leyes tan mal hechas, y que además lo hagan con la máxima celeridad, eficacia y sumisión.

La segunda parte es el equipo directivo, a la imagen y semejanza del director ¿Quién da más?.

Los equipos directivos transmiten directrices a los profesores-compañeros y entonces descubrimos ese "despotismo" que algunos guardan bajo la capa.

Para someter a los profesores hay muchas maneras. la primera los horarios.
Ahora estamos con el control de las fotocopias. Genial, ahorremos papel y energía.

Un método sutil es utilizar este control sobre fotocopias para tener ocasión de "dar bronquitas" a los profesores y así ejercer algún tipo de autoridad.

Sea el Beatriz Galindo, que te facilitan una tarjeta con un saldo de fotocopias y cuando se acaba el saldo, un esbirro que custodia los recursos de la administración -esos que nos roban los de más arriba - te somete a un tercer grado hasta descubrir a qué has dedicado tus fotocopias, intenta que tengas un recorrido por donde has gastado ese saldo por ese derroche y un sentimiento de culpabilidad que no se a donde te va a llevar y además confía en que el nuevo saldo no lo gastes. Todo en un tono bastante monjil, como si de un confesonario se tratase y en general intentando sumisión y humillación por parte del profesor. Muy mal.