viernes, 9 de octubre de 2015

EN EL IES CIUDAD DE JAÉN. DIVULGO

Este texto está recogido de Foro Sur hoy.

Una vez asumida la inexorable fuerza del destino, quisiera compartir una mínima parte de mi experiencia para que los incautos interinos se lo piensen ("para la reflexión, ¿vale?" a la hora de solicitar destinos o no hacerlo. Después de asumir estoicamente la fatalidad inmisericorde, he de afirmar que estoy preparado para todo. Para meterme en un vagón de metro infecto con el fin de encerrarme con doce gitanos en una habitación que pasan de mí, me desprecian y no quieren aprender nada (durante casi diez horas a la semana), para no se sabe muy bien qué. Para que la mafia de Orcasur dedicada al trap y al menudeo me haga la vida imposible. Para que algunos de mis alumnos de tercero, que no saben leer, me amenacen de muerte a diario. Para que me pegue una cagalera infernal un ñeta por dejarle mi bolígrafo el único día al mes que viene a clase. Para que me asignen cuatro guardias (205 minutos) semanales porque yo lo valgo. Para tener un horario que no se lo merecen ni los talibanes más antipedagógicamente misóginos y casposos (que deciden cómo deben dirigirse los centros). Para morir en un incendio porque un enfermo motórico ha obstaculizado el pasillo por el que deberíamos (todos) ser evacuados. Para que con mis partes disciplinarios (coloridos y crujientes) se limpie absolutamente todo el mundo la flor del ano. Tal cual. Etc, etc, global classroom, etc... Pero no sé qué hacer con un señor que manda, que se ríe sin parar mientras la gente se queja, y que me trata como a un animal cuando se dirige a mí. Pero, después de escuchar a algunos de mis compañeros, aquí viene lo gordo: hay gente que después de dar clase de masaje durante una hora se tiene que ir, durante otra, para dar clase de ..., ..., ... y volver después y dar otra hora de masaje. Sé lo que estáis pensando. Esto es el colmo y hay que llamar a la SER para que lo sepa toda España. El masaje se da del tirón... Porque si no, no hay manera de dar una puñetera clase de masaje. ¡C+ñ+! Y me pregunto, ¿por qué repite la gente que lo hace? (por lo que a mí respecta, creo que se están ganando el cielo evangélico de la Iglesia de Filadelfia o Philadelphia o Philadelfia, o... Ja) ¿Me irá a mí a pasar lo mismo? ¿Dejaré de ser un interino "normal"? En fin... No quisiera despedirme sin agradecer y aplaudir (como ha sucedido) a los compañeros a los que aún les quedan fuerzas para alzar la voz por mí en semejante charco... Croac, croac, croac

No hay comentarios:

Publicar un comentario