La educación tiene un valor social incuestionable y algunos quieren que tenga un valor exclusivamente mercantil.
Si Esperanza Aguirre quiere RECORTAR en la enseñanza pública y REPARTIR del presupuesto de educación más de 850 millones de euros a la privada-concertada es porque le resulta "más barato" tener escolarizada a la población en colegios subvencionados y por añadidura puede obtener el apoyo político de muchas familias a quienes les recuerda que "le deben algo".
El ejemplo real de un centro privado, dónde 180 euros brutos percibiría un profesor de inglés por 5 sesiones lectivas/semana y que se queda alejado de los 1000 euros netos mensuales que suelen percibir por el horario completo en el curso escolar los restantes profesores. El profesor-esclavo, la nueva figura del S. XXI, además es poco conflictivo porque su derecho a huelga se ve mermado considerablemente por la amenaza del despido fulminante.
¿Y los padres que llevan a sus hijos a los colegios privados? También perciben beneficios económicos en la Comunidad de Madrid: desgravan en la declaración de la renta, sino vease una foto de la circular que llegó a los padres en un colegio de Aravaca (Madrid).
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